jueves, 9 de mayo de 2013

REFLEXIONES SOBRE MIS VIVENCIAS COMO ALUMNA


Estudié en una escuela pública, así que la educación Primaria la recibí en un pequeño centro línea 1, cuyo director, era un hombre mayor, malhumorado y distante, conocido y recordado luego por los duros golpes que solía propinar al alumnado con una larguísima regla de madera a la que le gustaba llamar “La Cariñosa”. Extrañamente, estas virtudes han hecho que el centro lleve hoy su nombre. Por suerte, ya estaba a punto de jubilarse cuando lo conocí , así que no tuve el placer de tenerlo como maestro.
La educación que recibí fue una educación íntegramente tradicional. Una educación totalmente dirigida, en la que los alumnos éramos meros receptores de la información, y el profesor cual conferenciante, exponía su clase diaria. Las respuestas incorrectas de un alumno/a suponía el castigo verbal y la ridiculización. Así en cada uno de los cursos hasta llegar a la universidad, sin casi ninguna excepción, al menos que me haya marcado profundamente.
Las actitudes de los distintos docentes, tampoco divergían mucho una de otras, por lo general, se trató siempre de un profesorado distante y autoritario cuya pedagogía se basaba en la obediencia y el recurso empleado para conseguirlo, el grito. Aunque no con todos eran igual. Ellos tenían sus etiquetas para el alumnado, y nosotros lo asumíamos. Así, los niños y niñas se dividían en los buenos y los malos. Estas etiquetas se realizaban bajo el criterio del “amiguismo”, al igual que las expectativas que el profesorado tenía de los alumnos.
La relación del profesorado con las familias se situaba en dos polos opuestos: uno, el de la relación profesor - madres que podían verse dentro del centro frecuentemente con una cafetera en la mano, y el otro polo, el de la relación profesor - madres que al llegar al centro se sentían como en un territorio ajeno, en el que no podían opinar ni hacer.
El recurso por excelencia, siempre fue el libro de texto. Más adelante tuvimos algunos adelantos técnicos como las fotocopias de fichas y rara vez las proyecciones de diapositivas y de algún video en VHS. El retroproyector y ordenador, ya fue en la universidad.
En este pasado año 2012, muchos años después, realizo el Prácticum en un colegio público. Un colegio Preferente Motórico, en el que lamentablemente revivo toda esa educación que yo experimenté. Esperaba tener experiencias novedosas y conocer a un profesorado con metodologías en las que poder inspirarme pero no disfruté de ese tipo de modelos. Al contrario, volví a toparme con la misma educación arcaica que poco tiene de qué presumir: gritos, etiquetas, uso exclusivo del libro de texto, autoritarismo, enseñanza expositora y no significativa, filas para desplazarse a cualquier lugar, silencio absoluto exigido pero no logrado, etc.
Yo como futura docente, no quiero adoptar los criterios metodológicos que tuve como modelos. Me niego a reproducir aquella educación que viví. Rechazo la idea de tener algún día, un alumnado con miedo a levantar la mano para responder por miedo a equivocarse. Exorcizo de mi mente la idea de abusar de mi poder, de no atender a la diversidad y participar en la marginación de los que más apoyo necesitan.
Ahora que he tenido oportunidad de conocer nuevas herramientas aplicaciones TIC, las incluiré en la metodología activa y participativa que estoy segura, llevaré a cabo. Todos juntos, mis alumnos/ as y yo construiremos nuevas formas de pensamiento, nuevas realidades a partir de estos lenguajes que ya están presentes en nuestra sociedad.
Apelo la buena praxis. Afrontaré esta responsabilidad de ser docente con profesionalidad y con amor. Quiero ayudar a que cada uno exprese sus capacidades y que se acepten socialmente por sus diversidades. Deseo que mi futuro alumnado aprenda a construir su propio conocimiento. Me gustaría ayudarlos a aprender a comprender. Quiero que todo esto se desarrolle en un entorno amable, respetuoso y afectivo. Sueño que con el paso del tiempo ellos encuentren que el tiempo pedagógico invertido en la escuela ha sido eficaz, bien aprovechado y sobre todo, una etapa feliz de sus vidas.


En la foto un recurso usado por el profesorado durante mi etapa en la Primaria para copiar fichas: Imprenta Freinet en el Museo de Educación ULL, 12 de marzo 2013.

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